Hay gente con suerte...

Actualmente gran parte del dinero que genera Internet (por no decir todo) es debido a la publicidad que poseen los sitios web. El sistema de publicidad más usado por los usuarios es el ideado por Google, Google Adsense, en el que el usuario inserta en su sitio web anuncios basados en texto, los llamados AdWords. Por cada click que haga un visitante en el anuncio, el webmaster recibirá una cantidad de dinero. Como es de esperar, con este sistema se obtendrán grandes beneficios solamente en páginas con un tráfico muy grande de visitas.
Pero en algunas ocasiones pueden surgir grandes negocios de la nada o simplemente sin haberlo pensado antes, gracias a la publicidad. Como es el caso de Ashley Qualls, una estudiante de 17 años de Detroit (EE.UU.). Hace tres años, en el 2004 (ella tenía 14 años), creo Whateverlife, un sitio web donde se podían ver sus diseños. El sitio no tuvo mucho éxito, hasta que aprendió a crear layouts (plantillas), iconos, imágenes, etc. para MySpace. Fue entonces cuando empezó a publicar en su web sus diseños para MySpace. Su web comenzó a tener muchas más visitas y se dio a conocer entre un público joven y femenino mayoritariamente.
Un día Ian Moray (gerente de una empresa de marketing online) entró en la web de la que tanto había oído hablar y le gustó. Así que le propuso a Ashley introducir publicidad en la web y compartir los ingresos. Y eso mismo le ha hecho millonaria.
Actualmente su web recibe más de 7 millones de visitas únicas al mes, lo que hace unas 200.000 al día. Ashley Qualls en estos momentos se ingresa en su bolsillo la friolera cantidad de 70.000 dólares al mes, de los cuales aproximadamente más del 60% es procedente de Google Adsense. Sin duda un negocio que ella no se esperaba y que ha salido de un pequeño hobby creado (con muy buen ojo) hace tres años.
Pero los problemas para esta chica vienen ahora, ya que un tribual de Detroit ha dictaminado que Ashley, de 17 años de edad, es demasiado pequeña para ser millonaria. Así que no podrá crear nuevos contenidos para sus visitantes hasta que no cumpla los 18 años el próximo verano. De momento sus finanzas son supervisadas.